Todos conseguimos ver en la sorprendente teleserie una sección de la realidad de Selim, el hijo de Suleimán y Hürrem, quien ascendió al trono por las muertes de sus hermanos y valiéndose de técnicas bajas para hallar tal puesto y quedar bien frente los ojos de Suleimán. Pero lo que hemos visto en la teleserie es nada comparando a quien fue Selim de todos modos.
Selim surgió en mayo de 1524, se conoce como Selim el borracho, fue el sultán del imperio otomano desde 1566 hasta 1574. Selim era unos de los candidatos menos posible al trono hasta que su hermano Mehmet murió de viruela, el príncipe Mustafá fue ejecutado por orden del sultán y su hermano Bayaceto fue ejecutado además por orden de Suleimán.
Selim II, el borracho que abandonó el Imperio Otomano. Ver video aquí
Los historiadores registran que Selim fue el primer sultán en la historia del imperio otomano que no les tomó consideración a los asuntos militares para expandir el reino y ganar el poder manteniendo el respeto frente sus contrincantes. EL enorme visir de Selim, Socolo Mehmet controlaba una parte importante de los asuntos estatales, y dos años luego de la ascensión de Selim al trono pudo varios tratados con el emperador de roma y otros reyes los cuales aseguraban la “paz” para el imperio, lo que no es verdad porque le restó poder, dominio y propagación en los otros continentes.
En el reinado de Selim, Marian Sultán empezó a accionar como Valide Sultán, que la sultana Hürrem ya había muerto para cuando su hijo inició su sultanato. Marian empezó este puesto siendo la primera y la exclusiva mujer de sangre otomana que lo ocupase. Selim era amado por el pueblo por su carácter sensible (débil) y su generosidad. Además, fue popular por devolverle a Mahidevran el estatus de vida y las riquezas que Suleimán le había quitado. Aunado a esto, construyó la tumba del príncipe Mustafá.
La primer y exclusiva mujer de Selim, Nurbanü, fue la madre del Sultán Murad III y tres de sus hijas. Selim se encontraba tan deslumbrado por su amor hacia a Nurbanü que la dote entregada a ella superó por bastante la dote que el sultán Suleimán le había otorgado a la sultana Hürrem, lo que demuestras que el sultán Selim no poseía conciencia de la gestión ni gerencia del estado, lo que llevó al imperio otomano al comienzo de su devastación.