Hürrem daría 5 hijos a Solimán (Mehmed, Abdullah, Selim, Bayezid, Cihangir) y una hija (Mihrimah) pero más allá de tener el cariño incondicional de Suleimán, ninguno podría entrar al trono por pleno derecho mientras Mustafa estuviera vivo. Este tema originó uno de los hechos más oscuros de la vida de Roxelana, debido a que sus argucias y las de su yerno Rüstem Paşa, enorme visir y marido de Mihrimah, provocaron la injusta muerte de Mustafa quien fue ejecutado por orden de Suleimán al ser falsamente acusado de un intento de destronar a su padre.

Hurrem, pintura

La muerte de Mustafa en 1553 ocasionó revueltas en Anatolia y en el seno del batallón, acabando con la predominación de Rüstem Paşa pero no la de Hürrem, quien a ojos del sultán no estuvo implicada y que de forma indirecta fue la enorme beneficiada del hecho debido a que sus hijos se ponían en primera línea sucesoria del trono y conseguía el destierro definitivo de Mahidevran.

No fue la exclusiva víctima de la ambición de Hürrem debido a que años antes sus intrigas se habían llevado por enfrente a Pargalı İbrahim Paşa, enorme visir y amigo íntimo de Suleimán, cuya ejecución borró uno de los más importantes soportes del príncipe Mustafa.

 

 

Amor eterno entre Hürrem y Suleimán

El amor de Hürrem y Suleimán se mantuvo estable con los años y de hecho el sultán volvería a romper la tradición al aceptar que Hürrem continuase viviendo en palacio, eludiendo la práctica otomana de que la madre del príncipe heredero se marchase a vivir con el mismo a lo largo de su lapso de formación como gobernador en las provincias remotas del Imperio.

Hürrem moriría en 1558 ocasionando un enorme pesar en el alma de Suleimán quien escribiría en desgarrado verso:

 

“Languidezco en la montaña del pesar

donde suspiro y gimo día y noche

preguntándome qué destino me aguarda

en este momento que mi querida se ha ido”

 

El sultán logró crear un mausoleo a su querida justo al costado del de el en el interior del recinto de la Mezquita de Süleymaniye en Estambul. Hoy este memorial al amor eterno, es visitado por cientos de turistas quienes buscan la tumba de Hürrem con el objetivo rendir homenaje a una mujer excepcional, una concubina que con sus armas de mujer y su extrema sabiduría no solo consiguió apasionar a un sultán sino que logró cambiar la crónica de todo un Imperio.

 

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