Los restos de Solimán el Magnifico, el enorme sultán del Imperio Otomano entre 1520 y 1566, parecen ser encontrados luego de años, siglos, de estar desaparecidos.

Mirá lo que encontraron en la tumba del Sultán Solimán. Ver video aquí


«Es seguro», dió a conocer el historiador húngaro Norbert Pap, quien en la más reciente década estuvo intentando encontrar el corazón del sultán.

 

En busca del corazón de Suleimán el Magnífico

Solimán o Suleimán el Espectacular perdió la vida contra todo pronóstico en septiembre de 1566 a lo largo de el asedio del castillo húngaro de Sziget.

El sultán llegó hasta ahí con 100.000 de sus superiores soldados, que fueron frenados por 2.300 hombres causantes de proteger la fortificación o e evitar el avance de los turcos hacia Viena, capital del imperio Austro-Húngaro por 120 años.

Solimán murió en su tienda. Su cuerpo se llevó de regreso a Constantinopla, pero su corazón fue enterrado en la ciudad de Sziget.

En este momento, el jefe del departamento de estudios de geografía política, regional y de avance de la Facultad de Pecs, en Hungría, mencionó que creen que la tumba se construyó en el sitio donde se encontraba la tienda del sultán.

 

UNA DIRECCIÓN

 


Este es el castillo turco que se construyó tras el asedio de 1566.

 

Pap afirmó que han encontrado elementos, de esta forma como otras pruebas históricas, que proponen que hablamos de la tumba de Solimán.

«Todos los datos que poseemos señalan a la misma dirección», ha dicho el profesional a lo largo de la exhibición de los últimos hallazgos.

«Por eso mencionamos que es ‘con toda probabilidad’, porque no hay advertencias que apunten hacia otra dirección. Pero se requiere tener más elementos de afirmación, ya que este es un tema muy especial», aclaró.

Tras su muerte, el cuerpo del sultán se llevó a Constantinopla, pero su corazón fue enterrado en el sitio de la guerra.
En ese septiembre de hace 449 años, los turcos otomanos por último se han tomado la localidad, pero la pérdida fue tal que no volvieron a amenazar Viena.

El castillo se encontraba en su ruta a Viena, que el sultán anticipaba capturaría con simplicidad y de esta forma allanaría el sendero para la integración de enormes porciones de Europa occidental a sus dominios.

Pero Miklos Zrinyi, el comandante del castillo, frenó con su achicado batallón el sendero de los turcos.

«No se habla sólo del corazón de Solimán, sino de la recomposición de cada cubierta de la historia y la geografía de los últimos 400 años», le ha dicho Pap a la BBC en 2013.

Cuando los Habsburgo conquistaron el castillo en 1689, los serbios expulsaron a los turcos que quedaban.

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