El final de un reinado tan enorme como el del sultán Suleimán el espectacular llegó, solo va a quedar su legado que son las historias que van a ser contadas por los otros y por los libros que su majestad antes de fallecer se afirmó organizar que escribiesen, la vida para los pobladores de Estambul y de todo el imperio otomano va a cambiar luego de esto, todo va a estar lleno de sorpresas.
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Tras haber muerto y su alma haber dejado su cuerpo , por último en el sultán Selim está en las afueras de su tienda de operación vestido de blanco y con la enorme corona propiedad de su poder. El sultán Suleimán mira a las llanuras y al horizonte, empieza a seguir mientras piensa “Soy el sultán Suleimán, el hijo del sultán Selim. Nací de la madre sultana hasta, el décimo sultán del imperio otomano, gobernante de este mundo”.
“El que logró arrodillar al este y al oeste, vengo del polvo y regreso al polvo, yo soy él, Suleimán. La voz de mi amigo Ibrahim me llama. ¿Qué le pasa al corazón del hijo de adán cuando este muere? ¿Cuándo la sangre y el alma lo abandonan, qué queda? La cabeza no puede abarcar esto, solo el corazón sabe la realidad, es una enorme festividad y reunión”.
“Es la espectacular plegaria brindada a escasos servidores de ala, los cielos están sobre mí. Entre las ramas siento una fría brisa, mis raíces son profundas. Soy Suleimán, ni corona, ni trono, solo me llevo el cariño y la amistad conmigo. En este momento despertare, el hijo del hombre debe entender esto, debería saberlo y recordarlo, el sultanato terminó. Ya desapareció la tristeza de las risas, este sueño se ha completado, el gobierno no sigue y la corona tampoco. De la misma manera que llegue al planeta con las manos vacías, de esta forma me voy. Lo que queda en un puñado de tierra, todos tienen que entender que un Suleimán vivió este planeta, el humilde servidor del señor de la realidad, Suleimán”. El alma del sultán Suleimán camina por entre las llanuras de Zigetvar y en dirección hacia el horizonte en donde encuentra su trono y ve desde lejos a un caballo blanco, sonríe por su hermosura y se aproxima al trono para sentarse. FIN.